domingo, 24 de enero de 2016

ES PARA MI


MUCHAS VECES, CUANDO LEEMOS O ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS, CAEMOS EN EL ERROR DE PENSAR QUE LO QUE ESTAMOS LEYENDO O ESCUCHANDO, ES PARA OTRO.
¿CUANTAS VECES HEMOS PENSADO, ESO LE VA BIEN A FULANO, O ESTO TENDRÍA QUE APLICÁRSELO AQUÉL?
ESO NOS HA PASADO A TODOS CON FRECUENCIA Y NO SIGNIFICA QUE NO PUEDA SER CIERTO, PORQUE LOS HUMANOS TENEMOS UN DON ESPECIAL PARA DETECTAR LOS ERRORES AJENOS, PERO LOS PROPIOS PARECE QUE NOS QUEDAN MÁS CAMUFLADOS.
POR ESO, CUANDO ACUDIMOS A LA PALABRA DE DIOS, DEBEMOS HACERLO BUSCANDO QUE DIOS NOS HABLE. PORQUE LA PALABRA SOLO SE HACE PODEROSA EN NUESTRA VIDA, CUANDO LA APLICAMOS. POR MUCHO QUE UN PASAJE DE LAS ESCRITURAS SEA MUY ADECUADO PARA OTRO, Y POR MUCHO QUE ESA PERSONA DECIDA PONERLO EN PRÁCTICA, ESO NO NOS SERVIRÁ PARA NUESTRO PROPIO BENEFICIO, PORQUE NADIE SANA DE LOS ERRORES AJENOS.
 A VECES, EL PENSAR QUE TODO LO ESTAMOS HACIENDO BIEN Y TENER UN BUEN CONCEPTO DE NOSOTROS MISMOS, NOS HACE RESALTAR LOS FALLOS DE LOS DEMÁS Y MINIMIZA LOS NUESTROS. POR ESO, ES SANO EJERCICIO, SER CONSCIENTES DE QUIENES SOMOS, DE NUESTRA DEBILIDAD HUMANA Y NATURALEZA CAÍDA, QUE NOS LLEVA A PECAR, AÚN A PESAR DE HABER SIDO REGENERADOS POR CRISTO Y VESTIRNOS DE HUMILDAD Y SENCILLEZ DE CORAZÓN, PARA RECONOCER QUE NECESITAMOS CADA INSTANTE DE LA GRACIA DE DIOS, PARA AYUDARNOS A NO CAER Y MANTENERNOS FIRMES EN MEDIO DELAS CONSTANTES LUCHAS QUE BATALLAN EN NUESTRO INTERIOR.
 Romanos 7:24
¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?


1 Pedro 2:11
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,

 1 Corintios 10:12
Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
 CUANDO ABRO LA PALABRA, DEBO PENSAR QUE EL ESPÍRITU SANTO VA A HABLARME A MI, PORQUE SOLO ASÍ PODRÉ CRECER Y AVANZAR EN EL CAMINO DE SANTIFICACIÓN.
NO CAIGAMOS EN LA SOBERBIA DE PENSAR QUE SOMOS PERFECTOS, QUE TODO LO HACEMOS SIEMPRE BIEN O QUE NO TENEMOS NADA QUE CORREGIR. VISTÁMONOS DE HUMILDAD PARA RECONOCER LOS PROPIOS FALLOS Y PIDAMOS A DIOS QUE NOS DE LA CAPACIDAD DE VERLOS, PARA PODER CORREGIRLOS.
DEJEMOS DE PENSAR CUANTO NECESITAN CAMBIAR LOS DEMÁS, Y ESFORCÉMONOS EN CAMBIAR NOSOTROS AQUELLO QUE ESTÁ EN NUESTRA MANO.

Salmos 19:12
¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.


MAYTE CARBONELL
24-1-2016


No hay comentarios:

Publicar un comentario