martes, 3 de julio de 2012

LOS ANCIANOS

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 
Exodo 20:12

6:2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
6:3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
(Efesios)

A veces pienso en lo abandonados y solos que están los ancianos.

Es un tema del que casi nadie habla, ni quiere hablar. Tal vez para acallar sus conciencias.

Pero no hay nada más triste que las residencias de ancianos. Las pocas veces que he visto algún reportaje en la tele, o he ido a visitar a alguien, he podido ver lo que reflejan sus caras. Esa terrible soledad que aflora en sus rostros.

Los he visto incluso atados a sillas o a la cama. He visto también la pasividad de los cuidadores.

Pero lo más terrible es la sensación de abandono y soledad que viven.

Y la mayoría de ellos tienen hijos. Eso es lo incomprensible.

Y no exagero en lo que digo. La sociedad no quiere a los ancianos, les molestan. NO encajan en su estilo de vida y además, les recuerdan constantemente lo que ellos mismos serán dentro de poco y eso no lo quieren ver.

Los hospitales se llenan de ancianos en vacaciones y en navidades. Los hijos los ingresan allí, alegando cualquier excusa para pasar las fiestas solos y tranquilos

¡Que vergüenza!

Se ha perdido el amor a los mayores y también el respeto. Antiguamente los mayores eran reconocidos y se respetaba su sabiduría y experiencia, se les pedía consejo y se les tomaba en cuenta.

Hoy en día, se les trata de inútiles, de que estorban y se les manda callar, diciéndoles que no saben nada, que no entienden de lo que se vive hoy.

Los ancianos son utilizados y se les mantiene solo si son rentables. Hay matrimonios que descargan sus responsabilidades de padres en los abuelos, cargando sobre estos todo el peso que deberían llevar ellos. Está bien y es comprensible que los abuelos ayuden a sus hijos que trabajan. Pero una cosa es ayudar y otra muy diferente es convertirse en los padres de sus nietos. Colocando sobre sus hombros una carga demasiado pesada.

Y les quitan la poca libertad que les queda. Se aprovechan descaradamente de ellos. Ni siquiera tienen un momento de respiro y si solicitan permiso para hacer algo que les apetece, ya les miran con malas caras.

Son personas que en su mayoría están jubilados y ya han trabajado bastante. Ahora deberían vivir tranquilos, dedicándose a lo que les guste y sin tener que hacer más trabajo del que pueden soportar. Pero no les dejan.

Y cuando ya les han exprimido bastante, entonces ya se convierten en un estorbo y su presencia no gusta.

YA SE QUE HAY EXCEPCIONES Y NO ESTOY DICIÉNDO QUE TODAS LAS FAMILIAS FUNCIONEN ASÍ. PERO ESTOY DESCRIBIENDO EL PERFIL DE LA SOCIEDAD ACTUAL EN LA QUE VIVIMOS.

Y da miedo pensar que como esto siga así, no se adonde vamos a ir a parar.

Toda la vida han existido ancianos, pero no había residencias. Las personas cuando se hacían mayores, seguían viviendo con sus hijos y estos lo aceptaban y cuidaban de sus padres, de la misma forma que estos cuidaron de ellos cuando eran niños. Y esto era algo normal. Hasta que a alguien se le ocurrido esa solución “maravillosa” de los asilos o las residencias, pues así suena mejor, para llevar a los padres, como el que se desprende de un mueble que ya está viejo y estorba.

Muchos alegan que no pueden cuidar de ellos porque el trabajo no se lo permite, o incluso se atreven a decir que tienen derecho a vivir su vida.
Pero si fuera por un hijo, lo dejarían todo sin pensarlo un instante. Sacrificarían tiempo, trabajo y lo que fuera necesario. Y ¿Por qué no hacen lo mismo con los padres?
¿tan poco significan para ellos?

Ya se que hay casos excepcionales en los que no hay más remedio, sobre todo si solo vive un hijo soltero, y no puede abandonar el trabajo. O bien hay hijos enfermos, que no pueden ni aún queriendo, hacerse cargo de sus padres.

No pretendo juzgar a todos por igual, no sería justo. Dios conoce los corazones y las circunstancias de cada uno. Pero hay muchos que no tienen ningún impedimento, y prefieren pagar una cantidad, y liberarse de esa carga que les agobia.

Ya no se acuerdan de las noches que sus madres se pasaban junto a la cama cuando estaban enfermos. O cuando tuvieron que quedarse a su lado en el hospital, sin dormir durante noches enteras. O cuando tuvieron que trabajar como esclavos para que a ellos no les faltase de nada. Cuando se les hacía de madrugada cuidando de ellos y de la casa, lavándoles la ropa. Y cuando se quitaban hasta la comida de su boca, para que a sus hijos no les faltase lo necesario.

¡Cuanta ingratitud! ¡Cuánto olvido! Y ¡cuanta conciencia cauterizada!.

Yo he tratado con ancianos y he visto la tristeza y las lágrimas cayendo de su rostro, mientras intentaban excusar que sus hijos no venían a verlos. Es que están muy ocupados, decían algunos. Pero en su expresión se notaba que no era ese el motivo.

Una vez al mes la visita. Algunos hasta 6 meses o más. Y otros, ya ni siquiera vuelven.

Hace poco en España, abandonaron a una anciana con su maleta en la puerta de un hospital. Ella pensaba que salían de viaje todos juntos, hasta que la hicieron bajar del coche y sin mediar palabra, le dieron la maleta y desaparecieron. Y no era una mujer demasiado mayor, ni estaba imposibilitada. Cuando fueron pasando las horas y se hizo de noche, se dio cuenta de que ya no iban a volver por ella.

Esta sociedad cada día es más cruel, pero no se dan cuenta que todo esto solo está sirviendo para deshumanizar cada vez más a las personas. Y que están creando patrones, que serán seguidos a su vez por sus hijos. Están creando monstruos para el día de mañana.

Hay una historia que cuenta que venían a buscar a un abuelo, para llevarle al asilo. Si nieto, un niño de unos 10 años, vio como el padre cogía una manta y la colocaba sobre los hombros del abuelo. El niño se quedó pensando un momento y entonces se acercó, cogió unas tijeras y se puso a cortar la manta por la mitad. El padre extrañado le preguntó: ¿qué haces? Y el niño respondió: Estoy guardando la otra mitad, para cuando te llevemos a ti.

Ese es el modelo de conducta que esta sociedad enseña a los niños y jóvenes. Y luego se extrañan y se preguntan por qué la juventud sale torcida.

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LO PEOR DE TODO ESTO, ES QUE ESTAS CONDUCTAS TAMBIÉN SE DAN ENTRE LOS CRISTIANOS. ESTO MISMO SE VE EN LAS IGLESIAS CON LOS MAYORES. INCLUSO HAY RESIDENCIAS CRISTIANAS.

Y REPITO: YA SE QUE NO TODOS LOS CASOS SON IGUALES, PERO LA SOCIEDAD DEL MUNDO Y SUS COSTUMBRES HAN ENTRADO EN EL PUEBLO DE DIOS. Y LEJOS DE SER NOSOTROS QUIENES LES DEMOS LECCIONES DE MORAL, NOS DEJAMOS ARRASTRAR POR LA CORRIENTE.

¿EN QUE NOS ESTAMOS CONVIRTIENDO?
¿LE AGRADA A DIOS TODO ESTO?
PREGÚNTATELO.

¿QUÉ SE HA HECHO DE LA FAMILIA? ESA ESPECIE CASI EN EXTINCIÓN.
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO ENCONTRAMOS QUE LOS ANCIANOS ERAN TENIDOS EN GRAN ESTIMA. ERA RESPETADOS, Y SU OPINIÓN SE TOMABA MUY EN CUENTA. LOS AÑOS NO ERAN IMPEDIMIENTO PARA QUE SE RECONOCIERAN SU SABIDURÍA Y EXPERIENCIA.
ESTO MISMO PODEMOS VERLO FUERA DE LA CIVILIZACIÓN, EN MUCHAS TRIBUS, DONDE TODAVÍA NO SE HAN CONTAMINADO DEL EGOÍSMO Y LA INDIFERENCIA DEL MUNDO.

LOS JÓVENES DE HOY, SON LOS ANCIANOS DEL MAÑANA. PERO ¿QUÉ CLASE DE ANCIANOS SERÁN?
POR MUCHO QUE LA GENTE QUIERA MENTALIZARSE PARA EL MAÑANA, NO ES FÁCIL ENFRENTARLO CUANDO LLEGA. PORQUE A LA VEJEZ, SE LE UNE LA TREMENDA COMPAÑERA DE VIAJE, LA ENFERMEDAD. Y UNO PUEDE ASUMIR QUEDARSE SOLO CUANDO TODAVÍA ESTÁ CON FUERZAS PARA VALERSE POR ÉL MISMO, PERO CUANDO ESTAS FUERZAS FLAQUEAN, NO HAY NADA MÁS TEMIBLE QUE LA SOLEDAD.

MUCHOS PADRES DICEN QUE ELLOS NO QUIEREN SER UNA CARGA PARA SUS HIJOS, Y PREFIEREN QUEDARSE SOLOS, ANTES QUE ESCLAVIZARLES A UNA VIDA DEPENDIENTE DE ELLOS. PERO AÚN ASÍ, EN EL FONDO DE SU CORAZÓN, CUANDO ESTO SE HACE REALIDAD, HAY AMARGURA Y DOLOR, AUNQUE SE LLEVE EN SILENCIO.

ES BUENO NO ESPERAR NADA DE LOS HIJOS, PARA LUEGO NO CAER EN LA PROFUNDA DECEPCIÓN, SI NO HACEN LO QUE ESPERÁBAMOS DE ELLOS. PERO AUNQUE NO LLEGE A COGERNOS POR SROPRESA, EL DOLOR SEGUIRÁ ESTANDO PRESENTE.

HAY QUIENES DICEN QUE LOS ANCIANOS, VUELVEN A SER COMO NIÑOS. PERO QUÉ DISTINTAS SON LAS REACCIONES QUE PROVOCAN EN LOS DEMÁS, CUANDO HACEN LAS MISMAS COSAS QUE LOS PEQUEÑOS. LO QUE EN UN NIÑO PUEDE CAUSAR RISA, EN UN MAYOR PUEDE DAR ASCO. LO QUE EN UN NIÑO PUEDE SER ACEPTADO Y COMPRENSIBLE, EN UN ANCIANO SE HACE MOLESTO E INACEPTABLE.

LOS HIJOS DE DIOS DEBERÍAMOS TOMAR CONCIENCIA DE LO QUE ES SER UN BUEN HIJO. DE LO QUE SIGNIFICA HONRAR AL PADRE Y A LA MADRE, PORQUE ESTE ES EL ÚNICO MANDAMIENTO CON PROMESA.
Y NO DIGO ESTO PARA QUE LO HAGAMOS POR CONVENIENCIA, SINO POR LO QUE DIOS NOS ENSEÑA ACERCA DE LOS PADRES.
TODOS NOS PREOCUPAMOS POR SER UNOS BUENOS PADRES, PERO ¿CUANTOS NOS PREOCUPAMOS DE SER UNOS BUENOS HIJOS?

ALGUNOS PIENSAN QUE PORQUE LA BIBLIA DICE: QUE DEJARÁ EL HOMBRE PADRE Y MADRE, Y SE UNIRÁ A SU MUJER, ES QUE YA QUEDA LIBRE DE TODA RESPONSABILIDAD HACIA SUS PROGENITORES. PERO NO ES ESO LO QUE ENCONTRAMOS EN LA BIBLIA.
LOS HIJOS SEGUIMOS SIENDO HIJOS Y AUNQUE HAYAMOS CONTRAÍDO UN MATRIMONIO Y FORMADO UNA NUEVA FAMILIA, NO SE ROMPEN LOS LAZOS QUE NOS UNEN A LA FAMILIA QUE TUVIMOS. Y QUE SEGUIMOS TENIENDO.

CUANDO LOS HIJOS SE QUEDAN EN PARO, O SE DIVORCIAN, CUANTOS SON LOS QUE VUELVEN A LA CASA PATERNA, Y SE CONVIERTEN EN CARGAS PARA SUS PADRES. PERO ESTOS NO LES ECHAN, AUNQUE TENGAN QUE VIVIR PEOR Y SACARSE EL PAN DE SU BOCA, COMO HACÍAN CUANDO SUS HIJOS ERAN PEQUEÑOS. ELLOS SE AMOLDAN A LA SITUACIÓN Y LES DAN A SUS HIJOS TODO EL APOYO QUE NECESITAN.

LOS VÍNCULOS FAMILIARES NOS ATAN DE POR VIDA. Y ESOS VÍNCULOS TIENEN UNAS RESPONSABILIDADES QUE NO PODEMOS ELUDIR.

QUIERA DIOS QUE NÚNCA ABANDONEMOS A LOS QUE NOS DIERON LA VIDA. Y QUE CUANDO LLEGUE EL MOMENTO DE SU VEJEZ, DE SOLEDAD Y ENFERMEDAD, ESTEMOS A SU LADO PARA DARLES TODO EL AMOR QUE ELLOS NOS DIERON ANTES Y PARA AGRADAR A DIOS Y CUMPLIR UNO DE SUS MANDAMIENTOS.

NO LES ABANDONEMOS CUANDO MÁS NOS NECESITAN.

CUIDAR DE ELLOS, ESCUCHARLES, PRESTARLES ATENCIÓN, AUNQUE NOS REPITAN LAS MISMAS COSAS CIEN VECES. SALIR A PASEAR CON ELLOS. DEDICARLES UNAS PALABRAS DE ÁNIMO. SER AMABLES Y TENER PACIENCIA CON ELLOS. DARLES UN ABRAZO, UN BESO, UNA MUESTRA DE CARIÑO. EN UNA PALABRA, DARLES AMOR. ESE ES EL LENGUAJE QUE TODOS ENTIENDEN Y QUE SIEMPRE RECIBIRÁN CON AGRADO.


 MAYTE CARBONELL 2010 Y 2012


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