jueves, 5 de mayo de 2016

YO SE QUE MI REDENTOR VIVE

YO SE QUE MI REDENTOR VIVE.

JOB 19:23¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro;
24Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen esculpidas en piedra para siempre!
25Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo;
26Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;
27Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.


ESTAS SON LAS PALABRAS DE UN HOMBRE, QUE A PESAR DE ESTAR TOTALMENTE DERRUMBADO, AL BORDE DE LA MUERTE, QUE LO HABÍA PERDIDO TODO, BIENES, FAMILIA Y LA SALUD. HABIENDO LLEGADO AL LÍMITE DEL SUFRIMIENTO, TODAVÍA PUEDE CLAMAR A DIOS Y PRONUNCIAR ESAS PALABRAS DE ESPERANZA, CON LA SEGURIDAD DE QUE A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS, SABE QUE ESTARÁ EN LA PRESENCIA DE DIOS CUANDO ACABEN SUS DÍAS EN LA TIERRA.
¿PODEMOS TODOS EXCLAMAR ESAS PALABRAS?
SOLAMENTE SON EL FRUTO DE UNA VIDA ÍNTEGRA EN CRISTO. CUANDO ACEPTAMOS TODO LO QUE NOS TOCA, SEA BUENO O MALO Y PONEMOS LA MIRA EN LAS COSAS ETERNAS.

DIOS RESTAURÓ A JOB Y LE MULTIPLICÓ CON CRECES EN TODO LO QUE HABÍA PERDIDO.
APRENDAMOS ESTA LECCIÓN DE JOB. INCLUSO CUANDO NO ENTENDEMOS LO QUE NOS PASA, PORQUE DIOS SIEMPRE TIENE UN PROPÓSITO EN TODO.

MAYTE CARBONELL
27-4-2016


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