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miércoles, 24 de junio de 2015

LE AMAMOS SIN HABERLE VISTO

(1 Pedro 1:8)
a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;


SEÑOR, TE AMAMOS SIN HABERTE VISTO CON LOS OJOS FÍSICOS, PERO TE VEMOS Y TE SENTIMOS CON LOS OJOS DEL ALMA.
TU PRESENCIA TRAE GOZO, PAZ Y SEGURIDAD A NUESTRAS VIDAS.

(Hechos 2:28)
Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.


(Salmos 16:11)
Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.


NOSOTROS SOMOS BIENAVENTURADOS, PORQUE HEMOS CREÍDO SIN VER.

(Juan 20:29)
Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.


Y NO ES QUE EL MÉRITO SEA NUESTRO, PORQUE LA SALVACIÓN VIENE DE DIOS Y ÉL DA LA LUZ Y ABRE EL ENTENDIMIENTO. PERO DE ALGUNA MANERA, HEMOS RECIBIDO EL MENSAJE DE JESUCRISTO SOLO POR FE, PUES NO ÉRAMOS PUEBLO DE DIOS, NI HABÍAMOS RECIBIDO LA LEY, NI LAS PROFECÍAS. PERO A PESAR DE TODO, CREÍMOS AL EVANGELIO CUANDO NOS FUE ANUNCIADO Y ELLOS, QUE LO TENÍAN TODO PARA CREER, LE RECHAZARON.

(1 Pedro 2:10)
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.


SIEMPRE ME HE PREGUNTADO, ¿CÓMO SERÍA HABER VISTO A JESÚS? CONOCERLE, HABLAR CON ÉL, ESCUCHAR SUS PALABRAS. Y ME DIGO, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE VIÉNDOLE CARA A CARA Y ESCUCHANDO LO QUE DECÍA, NO SE RINDIERAN A ÉL? PERO A NOSOTROS, SIN SABER NADA, SIN VERLE, SIN OÍRLE, Y SIN ESTAR RESPALDADOS POR LA HISTORIA DEL PUEBLO DE DIOS, NOS HABLARON DE CRISTO Y NOS RENDIMOS A ÉL. ¡GLORIA A DIOS!
A MUCHOS PODRÍA PARECERLES UN CUENTO Y RECHAZARLE Y NEGARLE O HASTA BURLARSE DE ÉL, PERO PARA NOSOTROS ES UNA REALIDAD, Y LE HEMOS ABIERTO NUESTRO CORAZÓN.

NOS MOVEMOS POR FE, COMO VIENDO AL INVISIBLE, Y SABIENDO QUE ÉL CUMPLIRÁ CADA UNA DE SUS PROMESAS, HASTA QUE LE VEAMOS CARA A CARA.

(Hebreos 11:27)
Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.

Y SENTIMOS EL ESPÍRITU DE DIOS MORANDO EN NOSOTROS.
NO ES NECESARIO VER CON LOS OJOS DE LA CARNE, PORQUE VEMOS CON LOS OJOS DEL ESPÍRITU.

ANTES ÉRAMOS CIEGOS Y AHORA VEMOS, POR LA GRACIA Y LA MISERICORDIA DE DIOS.

SEÑOR, TE AMO Y TE SIENTO A MI LADO.¡GRACIAS POR TU PRESENCIA!

MAYTE CARBONELL
24-6-2015




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