Mateo
12:33
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y
su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.
12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
12:35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
12:36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
12:35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
12:36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
JESÚS LES DICE QUE POR LOS FRUTOS SE
CONOCE EL ÁRBOL. DEL MISMO MODO, A LAS PERSONAS SE NOS CONOCE POR LO
QUE HACEMOS Y DECIMOS. ESA ES NUESTRA TARJETA DE IDENTIDAD. Y LO QUE
DECIMOS, HA DE IR SIEMPRE EN COHERENCIA CON LO QUE HACEMOS.
COMO TAMBIÉN DICE JESÚS AQUÍ, QUE DE
LA ABUNDANCIA DEL CORAZÓN HABLA LA BOCA Y ES CIERTO. LO QUE LLEVAMOS
EN NUESTRO INTERIOR, SALE AL EXTERIOR. Y CADA PERSONA SACA DE SU
INTERIOR LO QUE TIENE, SEA BUENO O SEA MALO.
JESÚS HACE ÉNFASIS EN LA IMPORTANCIA
DE LAS PALABRAS. A VECES NO LE DAMOS MUCHA IMPORTANCIA A LO QUE
DECIMOS, PERO LA TIENE Y ESTE PASAJE ES LA PRUEBA DE ELLO.
¿CUANTAS VECES A LO LARGO DEL DÍA
DECIMOS COSAS SIN SENTIDO? PALABRAS QUE NO SIRVEN PARA NADA, VACÍAS,
OCIOSAS.
LA PALABRA ES UN MARAVILLOSO DON QUE
DIOS NOS HA DADO PARA COMUNICARNOS CON LOS DEMÁS Y HACERNOS
ENTENDER.
LAS PALABRAS PUEDEN SER DULCES,
EDIFICANTES, SUAVES, COMO BÁLSAMO PARA LOS OÍDOS.
PERO TAMBIÉN PUEDEN SER CORTANTES,
ÁSPERAS, HIRIENTES COMO CUCHILLOS.
EN SANTIAGO 3, NOS MUESTRA UN EJEMPLO
DE LO QUE PUEDE HACER LA LENGUA.
Santiago
3:5 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de
grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño
fuego!
3:6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
3:7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
3:8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
3:9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
3:10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
3:11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
3:12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
3:6 Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
3:7 Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;
3:8 pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.
3:9 Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
3:10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
3:11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
3:12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
JESÚS
ADVIERTE QUE DAREMOS CUENTA DE NUESTRAS PALABRAS EN EL DÍA DEL
JUICIO. ELLAS ATESTIGUARÁN PARA JUSTIFICARNOS O CONDENARNOS. Y A
DIOS NO PODEMOS ENGAÑARLE, PORQUE ÉL CONOCE LAS INTENCIONES DEL
CORAZÓN Y SABE LO QUE HAY DENTRO DEL SER HUMANO. TAL VEZ SI
TUVIÉRAMOS ESTO PRESENTE, TENDRÍAMOS MÁS CUIDADO A LA HORA DE
HABLAR Y PENSARÍAMOS SIEMPRE ANTES DE ABRIR LA BOCA.
QUE
DIOS NOS AYUDE A PONER FRENO A NUESTRA LENGUA Y A CUIDAR LAS PALABRAS
QUE DECIMOS. PENSEMOS QUE PODEMOS HERIR O CURAR, MALDECIR O BENDECIR,
ANIMAR O DEPRIMIR, CALMAR O EXASPERAR.
HAGAMOS
UN AUTOEXÁMEN ¿QUÉ PALABRAS ESTOY DICIENDO? ¿CÓMO USO YO ESTE
MIEMBRO QUE DIOS ME HA DADO? PORQUE ES UN PEQUEÑO MIEMBRO, PERO
PUEDE HACER GRANDES COSAS, PARA BIEN O PARA MAL.
¿ES
MI FUENTE DULCE O AMARGA?
QUE
NUESTRAS PALABRAS SEAN SIEMPRE COMO DICE EN COLOSENSES 4:6
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